
Hermigua

Hermigua es un municipio que se sitúa en la zona norte de la isla, concretamente ubicado entre San Sebastián y Agulo. Con una superficie de 39,67 kilómetros cuadrados, Hermigua alberga a una población de aproximadamente 1.887 habitantes.
El corazón de Hermigua es el majestuoso Valle de Hermigua, uno de los grandes barrancos de la isla. Este valle es fundamental no solo por su impresionante paisaje natural, sino también por su relevancia histórica y económica. A lo largo de los años, el cauce del valle ha sido una de las principales zonas de cultivo de La Gomera, desempeñando un papel crucial en la agricultura local.
La disposición del poblamiento en Hermigua es peculiar y estratégica. Las viviendas están dispersas por las laderas del valle, permitiendo aprovechar al máximo la tierra cultivable. Esta distribución no solo maximiza el uso del terreno agrícola, sino que también le aporta al municipio un encanto particular, simulando un belén.
El clima en Hermigua es ideal para la agricultura, con temperaturas suaves y una humedad constante, favorece el crecimiento de diversos cultivos. Más recientemente, el valle ha sido conocido por su alfombra de plataneras que iba de cumbre al mar, aunque también se cultivan otros productos para autosuficiencia como papas, millo, uvas y frutas tropicales.
Uno de los atractivos más notables de Hermigua es su patrimonio natural y cultural. Los visitantes pueden explorar el Parque Nacional de Garajonay, que se extiende parcialmente dentro del municipio en la zona de El Cedro y Aceviños, destacando como un lugar de gran biodiversidad. Este parque es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y alberga una importante variedad de flora y fauna endémicas de la isla.
Hermigua, aunque presenta un ordenamiento disperso de sus barrios cuenta con lugares destacados como los núcleos del Convento con la parroquia de Santo Domingo de Guzmán del siglo XVI, la iglesia de la Encarnación en la parte baja del valle así como diversas casas señoriales que nos hablan de un pasado económico más próspero.
Además, Hermigua cuenta con una serie de rutas de senderismo que atraviesan sus paisajes montañosos y costeros, permitiendo a los visitantes disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad del entorno. La Playa de Santa Catalina y el antiguo pescante son lugares emblemáticos que combinan historia y belleza natural, perfectos para un día de exploración y relax.