El desarrollo de las sociedades insulares debido a su situación de aislamiento y a la necesidad de adaptarse a los recursos locales ha dado lugar al desarrollo de interesantes culturas populares, si no únicas cuando menos singulares.

En La Gomera es sin duda la cultura del uso de la piedra para el desarrollo de una agricultura vertical ante las elevadas pendientes medias de la isla exponente de esta situación, que se complementa con la persistencia de un lenguaje silbado que es respuesta a ese otro aislamiento interior que genera la abrupta topografía.

No menos interesante son la artesanía, folclore, gastronomía y fiestas que en conjunto nos permiten comprender las claves básicas de la identidad gomera.

El Museo Etnográfico de La Gomera está ubicado en Hermigua, en un edificio de dos plantas de comienzos del siglo XX, situado en el Barrio de Las Hoyetas, en la carretera general nº 99.


Vivienda tradicional

La frugalidad y la adaptación al medio han sido las características de la vivienda tradicional gomera, especialmente en el ámbito rural. Las edificaciones rurales tradicionales son normalmente casas terreras de una sola galería o dos en forma de L. Los tejados a dos o cuatro aguas, en muchas ocasiones prolongan ante la fachada en forma de porche.

Especialmente en zonas abancaladas, es muy característica la edificación de nave lineal que va creciendo según las necesidades, y es estrecha porque se adapta al bancal, en una imagen que casi podemos considerar emblemática de la isla en caseríos como Tamargada.

Agricultura

La principal característica de la agricultura gomera son sus laderas abancaladas, un paisaje agrario artificial en el que se ha luchado contra las pendientes de la isla. Es un paisaje absolutamente impresionante, hecho a mano, con una sabiduría enorme en el uso de la piedra para lograr la formación de los llanos donde cultivar.

Las mejores zonas de cultivo han sido los fondos de los barrancos que además eran las partes más llanas, así ha sido principalmente en Hermigua, Vallehermoso, Valle Gran Rey y San Sebastián, que además contaban con agua del monte.

En la zona sur, los grandes interfluvios entre los barrancos fueron tradicionalmente zonas de cereal de secano, un cultivo ya desaparecido pero que ha dejado su impronta en el territorio, especialmente con las eras donde se aventaba el grano.

Ganadería

La ganadería en La Gomera comenzó en la época aborigen y se ha mantenido con un sistema de trashumancia vertical, entra las zonas bajas y las cumbres de la isla. Sin embargo, ha sido limitada porque la complejidad orográfica, la escasez de suelos y de precipitaciones – la isla sólo es húmeda en el Monteverde mientras que el resto es territorio seco o muy seco-; las zonas ganaderas están localizadas tradicionalmente en las medianías que bordean el monte; Chipude, Alajeró, Seima, Jerduñe, la Dehesa de Majona o Alojera principalmente.

La principal cabaña ganadera es caprina y su producto casi exclusivo el queso, que se elabora de diferentes formas, y que además es la base de uno de los platos más típicos de la gastronomía de la Reserva, el almogrote.

Pesca

La pesca es una actividad que en La Gomera se ha desarrollado en la vertiente sur, que es donde las condiciones del mar han sido más favorables, principalmente Valle Gran Rey y Playa Santiago. Los barcos son artesanales de bajura que se dedican principalmente a capturas en la plataforma insular.

Como un testigo del pasado esplendor del sector pesquero, quedan las factorías de pesca, que se dedicaron a mediados del siglo XX a las conservas de pescado, fundamentalmente a la salazón del atún, que era muy abundante en las aguas de la isla. En La Gomera llegaron a funcionar cinco factorías conserveras, aún se conservan en parte algunas como la de La Rajita, la mayor de ellas, o La Cantera, en la costa de Alajeró

Folclore

El folclore gomero más genuino es el del tambor, reconocido en todo el Archipiélago, si bien en la isla también se practica el punto cubano, producto del contacto con el otro lado del Atlántico.

El tambor gomero es diferente al del resto de las islas, ya que se dispone verticalmente sobre la palma de la mano, que se tañe con un palo cogido con la otra mano, y que está atado al instrumento por un cordel.

De mediano tamaño, sobre 30 centímetros de diámetro y unos 13 de altura, el tambor está hecho de madera de sabo o mimbrera, conformado por la caja y los dos aros. Los parches sujetados con arillos de caña son de piel de baifo o de oveja flaca.

El tajaraste o baile del tambor acompaña las principales celebraciones de La Gomera, con el sonido de las chácaras, las castañuelas locales de gran tamaño talladas en madera de moral o barbusano. En las procesiones religiosas, el tajaraste se presenta en su versión de danza religiosa, poniéndose los bailadores delante de los tocadores y la imagen sagrada.

Artesanía

El aislamiento secular de La Gomera hizo que desarrollará una fecunda artesanía para cubrir las necesidades de la sociedad insular.

Con el desarrollo económico del último tercio del siglo XX, estos oficios han ido quedando arrinconados, y hoy perviven como artesanía, vinculada tanto al suvenir turístico como al mantenimiento de la tradición ancestral, como en el caso del folclore del tambor.

La cerámica gomera pervive en el centro locero del Cercado, que mantiene la tradición alfarera de formas globulares y coloración rojiza por el uso del almagre.

El telar gomero tiene la singularidad local de que está construido con maderas de la laurisilva, frente al uso de la tea de pino de otras islas. Hoy su uso ha quedado limitado a la producción de traperas, elaboradas con retales de telas usadas.

La palmera también es utilizada en la artesanía gomera. Sombreros, esteras, alfombras, abanicos, bolsos, cestos son elaborados con el trenzado de las hojas, denominadas pencas de la palma.

Gastronomía

La gastronomía gomera está determinada por factores como las influencias históricas, los microclimas de la isla, las oscilaciones de la economía o la aclimatación de especies alimenticias procedentes del exterior.

De este crisol ha nacido una gastronomía asociada al campo gomero, que es una muestra más de la cultura insular, con productos característicos y exclusivos como el almogrote, la miel de palma o la repostería tradicional de dulces gomeros. Hoy estos productos únicos están reconocidos con un sello de calidad, Alimentos de La Gomera, promovido por el Cabildo Insular.

La miel de palma es el resultado de la cocción de la savia de la palmera, el guarapo que se extrae el cogollo de este árbol. Un oficio tradicional desarrollado durante siglos en la isla, que aprovecha los extensos palmerales de la isla. Además, la miel de palma es parte de la repostería tradicional, otro de los elementos característicos de la gastronomía gomera.

Esta repostería, hoy muy afamada, hereda la tradición comunal de las mujeres de amasar conjuntamente y luego ir al horno de leña; esta tradición ha dado lugar a una próspera industria artesana de dulces gomeros.

Fiestas Lustrales

Las fiestas lustrales de la Virgen de Guadalupe, patrona de la isla, son el principal acontecimiento festivo de la Reserva de la Biosfera.

Tienen lugar cada cinco años, con la Bajada de la Virgen, que es el ritual más importante de la isla y se celebra los años acabados en 3 y en 8. La singularidad de esta Bajada es que el trayecto entre el santuario de la Virgen, en Puntallana que además es zona núcleo de la Reserva, se realiza por mar. La virgen va en una embarcación pesquera engalanada hasta San Sebastián, acompañada de otras barcas en una singular romería marítima.

Esta fiesta se celebra en octubre y la vuelta de la patrona de la isla tiene lugar en diciembre; en los siguientes cuatro años, la fiesta de la Virgen de Guadalupe se realiza en el mismo santuario hasta que se completa el nuevo ciclo lustral.

El Ramo

Las Fiestas del Ramo son exclusivas de La Gomera. El Ramo se celebra en diferentes localidades de la Reserva (Arure, Taguluche, Valle Gran Rey). La fiesta consiste en realizar un ramo con frutas y flores que se ofrenda al santo o virgen cuya festividad se celebra, ya que dependiendo de la localidad puede ser San Juan o la Virgen de la Salud, por ejemplo.

El Ramo en Arure lo confecciona una familia en cumplimiento de una promesa y al finalizar la fiesta lo deposita en la casa de la familia que lo va a elaborar el año siguiente, simbolizando el traspaso de la tradición. El Ramo participa en las celebraciones religiosas, ya que se ofrenda en el templo y posteriormente sale en procesión con la imagen sagrada.