La Red Española de Reservas de la Biosfera
Las 45 reservas de la Biosfera que componen la red española son un rico muestrario de los diferentes espacios naturales y culturales de nuestro país. 15 de las 17 comunidades autónomas cuentan con Reservas, tan solo la Comunidad Valenciana y Murcia carecen de esta figura de protección.
Canarias es la región con mayor porcentaje de su territorio protegido como Reserva de la Biosfera, ya que todas las islas periféricas lo son, Gran Canaria tiene protegido en torno a un tercio de su territorio emergido, mientas que Tenerife espera la próxima aprobación del Macizo de Anaga como la séptima reserva en el Archipiélago.
Mientras no se declare Anaga, La Gomera es la más joven de las reservas canarias. La primera fue La Palma, que en los años 80 cuando fue elegida por la UNESCO tenía una pequeña extensión, ya que se limitaba a una de las mejores zonas de laurisilva de Canarias, el bosque del Canal y Los Tiles. Actualmente es Reserva toda la isla, tras una ampliación parcial a mediados de los años 90 del pasado siglo.
La segunda reserva fue Lanzarote; con clara influencia de la figura de César Manrique, la intención era compatibilizar el desarrollo turístico con la protección del frágil medio volcánico insular. Hoy la isla de los volcanes avanza hacia una sociedfad sostenible energéticamente bajo el lema Lanzarote 20 20.
La tercera Reserva fue El Hierro, declarada en el año 2000 y que ha hecho de su proyecto isla 100% Renovable su seña de identidad. La central hidroeólica de Gorona del Viento que ha comenzado ya a funcionar parcialmente es un ejemplo internacional de isla autónoma energéticamente en base a renovables.
Le siguió Gran Canaria, que por ahora es la única isla donde la Reserva no abarca todo el territorio insular. Es el reto de ayudar a un interior agreste y bellísimo a mantener esos valores con un desarrollo que le permita no mirar con envidia a la zona costera.
La apuesta de Fuerteventura es ser un observatorio del cambio global, ya que su extrema aridez y su gran tamaño la convierten en un lugar idóneo para ello.
Y por último La Gomera, nuestra Reserva en la que se vive el contraste entre una selva húmeda en el Parque Nacional de Garajonay y el resto con barrancos encajados y amplias zonas secas. Un reto para definir un modelo de sostenibilidad insular basado en el turismo de naturaleza.