La frugalidad y la adaptación al medio han sido las características de la vivienda tradicional gomera, especialmente en el ámbito rural. Las edificaciones rurales tradicionales son normalmente casas terreras de una sola galería o dos en forma de L. Los tejados a dos o cuatro aguas, en muchas ocasiones prolongan ante la fachada en forma de porche.
Especialmente en zonas abancaladas, es muy característica la edificación de nave lineal que va creciendo según las necesidades, y es estrecha porque se adapta al bancal, en una imagen que casi podemos considerar emblemática de la isla en caseríos como Tamargada.